Varios siglos respaldan la tradición de la orfebrería en Sevilla, que ha demostrado durante muchos años su capacidad artística en numerosos trabajos atesorados en los claustros monacales, en los sagrarios de los templos, en parroquias y capillas donde duermen solemnes y frías para entregarse, en algunas ocasiones o estacionalmente, a la contemplación multitudinaria en las calles de esta ciudad, sirviendo de exorno en procesiones y exaltando los atributos de crucificados y dolorosas.
La orfebrería siempre ha estado presente en la religiosidad sevillana y esta ciudad, sutil y delicada, ha sabido comprender que la orfebrería, mas que un oficio artístico, ha sido una forma de entender la ciudad y su espíritu barroco.
En la actualidad, en pleno siglo XXI, seguimos y seguiremos trabajando con ese sello que nos identifica, contribuyendo al esplendor de este bello arte.
La orfebrería es plenamente un arte. ya que el orfebre debe entender de aspectos propiamente de diseño, como dibujo, arquitectura y escultura para plasmar en plata las formas que imagina y que pone en relación dentro del conjunto de su obra, creando objetos bellos y armónicos.
La técnica de la orfebrería, lejos de los trabajos mecanizados de nuestro siglo XXI, puede afirmarse que han variado poco a traves de los tiempos, y prueba de ello es la descripción de los trabajos y su técnica, efectuadas por Juan de Arfe y Benvenuto Cellini, de plena vigencia en la actualidad